Yoga restaurativo
El Yoga Restaurativo tiene parte de sus orígenes en el Yoga Iyéngar. Un Yoga que tiene como principal característica el uso de soportes (mantas, cojines, bloques, cojines, silla, cinturón…), la finalidad del uso de soportes es sustituir las supuestas carencias corporales y recordar o enseñar la proyección de las posturas.
El trabajar con los soportes nos ayuda a aprender a soltar el cuerpo a través de la restauración de la propia respiración natural. Confiar en la capacidad restauradora de la respiración que no podemos olvidar que es nuestra gran aliada, sea cual sea la modalidad de Yoga que estemos practicando. Por lo tanto, a través de las asanas o posturas pasivas (con ayuda de los soportes) y de la restauración de la respiración natural el practicante de Yoga Restaurativo aprende a canalizar su energía en función de la capacidad de su propio cuerpo.
Todo el mundo puede practicar Yoga Restaurativo. Ganarás conciencia corporal y especial atención en el “no-hacer” permaneciendo en las asanas más tiempo de lo habitual.
El principal objetivo del Yoga Restaurativo es restaurar la respiración natural. La respiración natural es aquella que permite que el diafragma recupere su movimiento amplio y libre, sin resistencias, sin bloqueos. Al restaurar la respiración natural, el cuerpo recupera su capacidad para relajarse y aprende a “parar” desbloqueando los espacios internos.
- Alivio de dolencias y flexibilidad en las articulaciones
- Seguridad y fortaleza estructural
- Regulación y equilibrio del Sistema Nervioso
- Fortalecimiento del Sistema Inmune
- Mejora de la respiración y de la circulación sanguínea
- Desarrollo de la atención sostenida, de la memoria y la concentración
- Estiramiento, tonificación y fortalecimiento de los músculos