Conocí el yoga por casualidad pues se anularon las clases de pilates y me invitaron a probarlo. La verdad es que aparte de mi desconocimiento e incredulidad sobre el yoga cambiaron y la idea que tenía del mismo, sobre todo gracias a la persona que lo impartía que era Jess, un gran profesional y tan cercano y que tiene un don especial para trasmitirlo.
A Jess se le ve su pasión por está disciplina y lo más valioso es que sabe contagiarla.
Asistí a más clases con otros profes pero no me llegaron a transmitir lo que Jess logró .
Sin duda para mí es un gran yogui que a la vez que te enseña, sabe transmitir su pasión.
Además en lo personal, una gran persona.